Ahora las palabras del Altísimo se pronuncian en el hall
para el bien de los hombres y para el infortunio de los jotuns,
¡Salve, tú que has hablado! ¡Salve, tú que sabes!
¡Dios os salve, a quienes han escuchado! ¡Tú, que has aprendido!
Hávamál (Sæmund's Edda).